lunes, 13 de junio de 2011

Como senti que se me derrumbo el mundo...

Escuchar que algun extrano te diga que tu hijo no ha desarrollado su lenguaje como deberia haberlo hecho y que necesitara terapia y ayuda especial en el colegio, no es nada facil. No es nada facil pues inmediatamente la culpa la depositas en ti misma, al menos asi lo hice yo. Que paso? En que falle? Por que no lo he ayudado como deberia haberlo hecho? Por que mi hijito tiene que pasar por esto?

No es el fin del mundo, pero en ese momento, en ese instante si lo es. Es lo peor que me pudieron haber dicho. Ser profesora hizo que el golpe sea mas fuerte, pues pense que estaba haciendo lo que debia y mi hijo seria una super estrella escolar. Se que aun lo puede ser pero en ese momento todo se me derrumbo. Aprendi que no debo culparme a mi misma, pues hay cosas que van a ocurrir que no podemos evitar, solo podemos aceptarlas y cambiar lo que sea posible cambiar.

Me costo muchisimo salir del shock inicial. Pero creo que una vez aceptado el asunto, la motivacion que tuve para ver que podia hacer para ayudar a mi hijo fue inagotable. Hace ya cuatro meses aproximadamente que iniciamos este recorrido en casa. Hace cuatro meses que vamos, mi enanito y yo, de una clase a otra, de terapia de grupo a terapia individual. Son correteos largos y pesados, pues los horarios son asi, pesaditos, pero nos adecuamos. Estamos poniendo estrategias en casa de modo que todo se convierta en un ejercicio de lenguaje, ojo sin presion, solo que he aprendido a aprovechar todas las oportunidades que el dia a dia te presenta para que siga aprendiendo.

Soy una mama muy orgullosa, pues mi hijito ha empezado a avanzar, y ha trabajado muy duro para asi hacerlo. Hemos notado un cambio, ya dice frases mas complejas, no solo lo entendemos en casa sino cualquier persona entiende lo que dice. Aun no hemos llegado a nuestra meta, pero se que con paciencia y con dedicacion mi enano lograra alcanzar los objetivos.

Estoy muy orgullosa de mi hijo.

Para todas las mamacitas orgullosas de sus hijos, un beso.
Mari

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